Son organismos unicelulares, protozoos, parásitos obligados que se caracterizan por producir esporas muy pequeñas, las que serán la forma infectante del hospedero. Constituyen una zoonosis (enfermedad que puede transmitirse de animales al ser humano), donde el reservorio principal es el conejo (Oryctolagus cuniculus), el cual elimina al parásito principalmente por la orina y deposiciones, contaminando el medio ambiente.
Afecta a mamíferos como conejos, ratones, hámster, cobayos, perros, gatos, zorros, visones, además de aves y al hombre.
Fuente: scielo
Presentación en el conejo: La mayoría de las infecciones parecen ser asintomáticas, pero cuando E. cuniculi afecta el sistema nervioso central, produce en el cerebro lesiones focales en forma de pequeños granulomas ampliamente diseminados, con o sin necrosis. Se manifiesta clínicamente por inclinación de la cabeza, incontinencia urinaria, paresis (pérdida parcial de movimiento voluntario), temblores, convulsiones, ataxia y coma. Las lesiones se encuentran más comúnmente en los riñones, cerebro, pulmones, bazo, glándulas suprarrenales, páncreas y miocardio.
Presentación en el hombre: Las personas más susceptibles son los pacientes inmuno-comprometidos y las transplantadas, pero es poco frecuente en inmunocompetentes. Por lo general, la infección provoca diarrea crónica en los casos de seres humanos infectados y con cuadros sistémicos, los órganos afectados principalmente son cerebro y ríñones.
Los síntomas característicos son pérdida de peso, causada por la mala absorción y diarrea acuosa, abundante, no sanguinolenta, sin mucosidades ni leucocitos.
Respuesta inmunológica: La infección permanece en estado latente cuando la multiplicación de los parásitos es controlada por el sistema inmunológico competente del individuo.
Fuente: scielo
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